Los centros deben elaborar sus normas de organización y funcionamiento, siguiendo las pautas establecidas por la Administración Educativa, deben garantizar la racionalización del trabajo y la eficacia de sus recursos humanos, ya que un centro bien organizado genera un clima bueno de trabajo, saludable para todos los que participan en él y en donde cada persona sabe lo que tiene que hacer.
Para que los recursos humanos realicen su actividad de una forma adecuada (educadores y alumnos) la estructura del centro y los recursos materiales deben de garantizar de una manera adecuada la práctica educativa.
Espacio
Tiene que tener en cuenta una doble perspectiva, adultos y niños, por lo que se cuidará el ambiente para que sirva para vivir, jugar, trabajar, y también, para la comunicación y el intercambio.
Además de tener en cuenta los requisitos mínimos, organizará su espacio de acuerdo a tres criterios: estética, funcionalidad y seguridad.
- Estética. Se tendrán en cuenta los elementos decorativos. El centro debe ser luminoso, alegre, ordenado e interesante.
- Seguridad. Debe ofrecer espacios y materiales seguros, tanto para los niños como para los adultos (interruptores y enchufes altos y tapados, proteción en las puertas por si se pillan, accesos a escaleras cerrados...).
- Funcionalidad. Debe responder a distintas necesidades teniendo en cuenta las diferencias que pueden existir en los niños (fáciles accesos, servicios adaptados...), debiendo de responder a las diferentes necesidades, creando espacios para higiene, alimentación, descanso, juego y trabajo, de forma que el ambiente facilite el desarrollo de la actividad educativa.
Tiempo
En la organización del tiempo distinguimos:
- Calendario, marcado por las administraciones educativas.
- Horario, marcado por el propio centro.
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