viernes, 20 de diciembre de 2013

Un día de clase con alumn@s de 3 años

Entran en semi-fila porque se despistan, se sueltan, algunos se vuelven hacia la puerta porque no quieren entrar, y tienes que tirar de ellos hasta el aula. Quito la mayoría de los chaquetones porque ellos solos no son capaces, ya que encima del chaquetón llevan envuelta una gran bufanda, guantes y un gorro que hay que guardar en los bolsillos de cada uno, con cuidado no vaya a ser que se pierdan y la madre te lo reclrimine durante toda la semana. Mochilas con el desayuno por el suelo, unos sentados en su sitio, otros corriendo por el aula. Se pone orden levantando la voz y terminando con un golpe de mano en la mesa.

Las 9:20, por fin se han sentado todos. Hacemos asamblea, repito más de 20 veces que para hablar hay que levantar la mano, hay que respetar el turno, unos escuchan, otros están en su mundo y otros, después del gran tazón de cereales de desayuno que les han puesto en casa, sienten la llamada de la selva. En mitad de la asamblea 7 niños se levantan porque quieren hacer "caca", según van acabando hay que limpiarles el culito, porque no saben y se llenan ropa, manos, baño y a otro compañero si se acerca demasiado. Además si va manchado ¡uuuhh! la madre te lo recriminará toda la semana y lo contará en todas las reuniones.

Empezamos el trabajo por rincones, y los no contentos con su tarea del momento se levantan, le quitan el material a otro compañero, grito, agresión ,llanto... niño a la silla de pensar. Cambiamos de tarea y vuelta a empezar, llantos,gritos... y limpio mocos. Para recoger el material, yo pido, yo vuelvo a pedir, toco el silbato, toco el tambor, y termino gritando: a recoger, a colocar las cositas de jugar, a la vez que voy cogiendo cosas del suelo.

Hora del aseo por grupo: se lavan las manos y van al baño. Reparto jabón, reparto servilletas, reparto papel higiénico. Uno se sube al lavabo, otro empuja porque iba el primero, uno mete el dedito en el grifo, agua por todas partes, pis fuera...

Desayunos. Seño abreme el zumo, seño se me ha caído, un yogurt tirado por el suelo, yo no quiero pan, galletas pisoteadas, llantos... Recogemos y 15 minutos para volver a poner los chaquetones.

Por fin en el patio. Seño me han pegado, seño me hago pis, tengo mocos, llantos... Vuelta a clase, vuelvo a quitar chaquetones y a colgarlos en las perchas. Limpio manos, caras y comienza la nueva tarea, todos muy revueltos y nadie presta atención.

Hora de la salida, la familia agolpada en la puerta para que su niño sea el primero en salir, me piden explicaciones de que por qué el niño se ha arrancado la costrita, por qué otro se ha raspado el dedo, otro que por qué no se ha bebido el zumo, una madre preocupada porque ha bebido poco agua, y otra porque su niño ha salido de clase con mocos, una bufanda que no aparece, un guante perdido...

Llego a casa con la coleta hacia un lado, la boca seca porque no me acordé o no tuve tiempo de beber agua, y una vecina que me dice, andaaa eeehh ya hasta mañana, que poco trabajais los maestros, sin saber que continúo planeando el día para mañana.

Pequeño dia en el aula de una clase. Aunque la gente no comprenda la labor del profesor, es muy dura y requiere mucho esfuerzo y todo ello se realiza con mucho cariño, comprensión y paciencia con los pequeños.

1 comentario:

  1. La verdad es que es un punto de vista muy distinto al que tenemos las personas que estamos al otro lado. Los padres somos a veces muy poco comprensivos con los profesores...

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